lunes, 6 de abril de 2015

Poema: Los prismáticos mágicos (Ilustración definitiva Ana Baldallo)




En el zoco de Tánger
un viejo mago
cojo y ciego,
le regala a Tariq
unos prismáticos nuevos.

Son mágicos, dice:
con ellos verás
el tesoro guardado
en lo condenado
al rechazo, al olvido,
a no cumplir su cometido.

Empieza con la envidia, 
no le temas,
mírala de cerca,
con los prismáticos mágicos
verás el regalo
que te reserva.

Emoción condenada
¡La envidia es muy mala!
Tariq enfoca aquel día,
saco de piedras en su barriga
¡Que fatiga!

Su amigo destaca y brilla,
él debiera alegrarse,
mas su alegría es mentira.
Con los prismáticos observa
de cerca la razón
de su desazón:
Ha olvidado fijarse
en su propio DON.

Ilusionado con el descubrimiento,
Tariq vuelve al zoco
y le agradece el invento.

El mago le recomienda
seguir en la senda
del que mira hacia dentro,
al miedo, a la ira, a la tristeza.
Todo está en nuestra naturaleza.

A veces, la ira te puede dar fuerza,
y la tristeza, valorar una perdida
-¿Y lo bueno del miedo?
pregúntaselo al mirlo, 
un valiente pájaro,
todo hay que decirlo,
pues desafía al espantapájaros 
y vence su miedo
-¿Y cuál es su premio?
¡Desayunar cada mañana centeno!


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