Esperanza Méndez (Maestra y Hada)

Siempre he admirado a Esperanza por su dedicación, pasión, respeto por los procesos de los niños y su sorprendente creatividad. Secretamente la he imaginado muchas veces como una hada encarnada en humano. Es realmente alguien my especial para mi y para mi hija ya que ha sido su maestra durante casi tres años. Su existencia es una de las razones por las cuáles hasta ahora no me he planteado buscar una escuela alternativa. Me ha animado a tener esperanza en el cambio dentro del mismo sistema educativo público. Me consta que no es la única, cada vez son mas (el cambio es apenas imperceptible pero mi experiencia me dice que es posible). Esperanza educa acompañando y sobretodo AMANDO.

Como la admiro tanto le mandé el poemario y me gustaría compartir un extracto de su carta porque considero que su punto de vista y sobretodo, la belleza del texto en sí mismo ( cómo ha hilado los poemas me parece sencillamente brillante) son merecedores de ser compartidos.

Gracias Esperanza

De los niños y las niñas debemos aprender mucho. Creo que este poemario les llegará porque habla de emociones, les pones nombre, algo que a los niños y a las niñas les cuesta, a veces, pero se van a ver identificados e identificadas. Hacen cosquillas en el alma, y sus rimas te hacen reír, tienen todos los ingredientes para deleitar a niños y niñas y a mayores.

Es infinito el agradecimiento por tus poemas de la vida. Por reavivar la niña que hay en mí, ofreciéndome los prismáticos mágicos para poder expresar y comprender mis sentimientos, y poder “acunar” a Doña vergüenza no dejándola fuera, para qué. Echar mano del traductor de quejidosnunca viene mal. Y reconocer que alguna vez hicimos una travesura, y saber que hay un troll que vive en mí. Seguir con la inocencia de ser niños y poder ver oportunidades en los elementos naturales (agua, charcos, barro…) y no un desastre en mancharte con arte. Que un abrazo tiene una gran fuerza y un inmenso poder, por ello es importante tener claras las instrucciones para abrazar. El amor no debe faltar, aunque, a veces, el amor ¿quién lo entiende?, reír, bailar y sentir son esenciales. Sentirse héroes, de la vida real, de lo cotidiano, de trabajos muy honrados y casi en peligro de extinción, como los de la gitana y el afilador. Es una gran misión proteger, cuidar a los y a lo que tenemos a nuestro alrededor, los elementales, la cigüeña y yo. Poder dar alas al corazón, y discutimos un dicho, dicho entre dicho=alas. Y poder viajar, reír, enamorarse a pesar de todo y de todos como el piojo Leonardo. Reconocer lo importante de sentirse valorada por lo que se es y por lo que hacemos, y no por la fama (sin sentido), como le pasó a Nicoletta. Mirar alrededor y ver la belleza en lo cotidiano, experimentar que es como sentirse en el paraíso.